jueves, 14 de marzo de 2024


SIN EGO no se puede. Es él quien te ayuda a resistir los impulsos de arrojar el portátil por la ventana y no escribir ni una palabra más ni una línea ni un folio.


miércoles, 7 de febrero de 2024


DICE FREDDIE Mercury en una recopilación de las entrevistas que concedió durante veinte años, publicadas en forma de autobiografía:
Mi punto fuerte es el contenido melódico. Primero me concentro en eso, luego en la estructura de la canción, y al final escribo la letra.
Claro. Esto ya lo sospechaba yo sobre las canciones de Queen: piensan sobre todo en la melodía y luego rellenan con la letra. Por eso son tan universales (la melodía une, la letra separa).

DICE MERCURY en el mismo libro:
Mis canciones son como maquinillas de afeitar Bic; son para entretenerse, para el consumo moderno. La gente puede deshacerse de ellas después como pañuelos usados. Pueden escuchar una canción, gustarles, deshacerse de ella y luego pasar a la siguiente. Pop desechable.
Este síndrome lo conozco: es el síndrome del artista que se vuelve enemigo de sí mismo, propio de algunos creadores de carácter y personalidad variables, como Lope de Vega, que escribió aquello de “porque, como las paga el vulgo, es justo / hablarle en necio para darle gusto”, echando mierda sobre su propio teatro, o Pablo Neruda, que arremetió contra su “Residencia en la tierra”, que es su mejor libro, y hasta prohibió durante unos años que lo reeditaran. Tanto Lope como Neruda como Mercury eran seres muy vulnerables a la envidia y a la crítica: a Lope lo fustigaban porque se cargó el teatro aristotélico, a Neruda porque en Residencia se había abandonado al “escapismo individualista”, y a Mercury porque no escribía canciones con mensaje político o crítico en plena efervescencia del punk. Los tres, como creadores muy fértiles que pueden hacer una cosa y la contraria, no saben afincarse en una opinión y mantener el respeto por sí mismos, por lo que llegan hasta a hacer de trolls de sus propias obras. Dice también Mercury muchas veces a lo largo del libro que solo canta “por dinero” y que la música es un “negocio”, pero luego resulta que está obsesionado con los criterios artísticos y con escribir canciones distintas a las que han obtenido éxito: “El público me pide otra Bohemian Rhapsody, pero eso es justo lo que jamás le voy a dar”.


TAMBIÉN EN el mismo libro se recoge esta declaración de Mercury:
«Crazy Little Thing Called Love» la escribí en la bañera. La escribí en unos cinco o diez minutos. En el estudio la toqué con la guitarra, la cual tampoco toco como para volverse loco, y en cierto modo fue algo positivo porque estaba limitado, ya que solo me sé algunos acordes. Es una buena disciplina porque, sencillamente, tenía que componer dentro de un marco muy limitado. No podía contar con muchos acordes debido a esa limitación, y como resultado compuse una buena canción, creo. Si supiera demasiados acordes de guitarra quizá la habría estropeado.
Esto me ha recordado lo que les pasa a menudo a los poetas, que escriben mucho mejor de jóvenes, cuando no dominan tanto el lenguaje, que de mayores, cuando se supone que tienen más conocimientos y lecturas. De joven el poema te surge de una vez y caminas ciego hasta el verso final, sin fijarte demasiado en el proceso, con lo que la composición te queda muy compacta y el ritmo muy logrado, como queda todo lo que ha surgido de un mismo fuego. Al poeta maduro, en cambio, le cuesta avanzar en el poema porque sabe demasiado, es como un monstruo de cien cabezas al que enseguida se le ocurren muchos versos posibles que conspiran los unos contra los otros y arruinan el ritmo y la composición. En los demás géneros literarios el conocimiento siempre es una ventaja, pero no así en la poesía, donde solo es importante hasta cierto punto.

miércoles, 24 de enero de 2024


CÓMO ESCRIBIR sin perjudicar a nadie - Incluso cuando tratas de escribir a favor de alguien, el mero hecho de resaltar ciertos valores insinúa que los contrarios son antivalores o valores menos valiosos. Podrías empatizar con todo, pero eso acaba en Lao-Tsé y acabas dejando de escribir, porque si todo lo que te rodea, figurativo o abstracto, es digno por igual de ser cantado, para qué destacar nada, para qué incurrir en la aberración de discriminar.

En este tema pienso mucho últimamente y creo que es la razón por la que muchos escritores maduros escriben cada vez peor: porque cogen miedo a herir, porque se vuelven responsables, porque empiezan a escribir cobarde.

Una tiene que aceptar la escritura como uno de los oficios más viles del mundo, al mismo nivel que el de policía, juez, político o verdugo, (iba a decir prostituta pero me he parado porque ya quisiera yo tener la dignidad de una prostituta). En el momento en que sientes miedo a herir con lo que escribes; en el momento en que temes molestar, es que esto ya no es lo tuyo y tienes que colgar la pluma.

martes, 23 de enero de 2024


LO IDEAL sería ser lo bastante flexible, como el junco, y lo bastante fanático, como el ciprés, para conseguir una madera que conservara todas las posibilidades sin diluirse en ellas. Nietzche es el mejor ejemplo porque lleva dentro de sí parte de Montaigne y parte de Pablo de Tarso, parece que robó el cuerno de la abundancia pero como todo obsesivo nunca consigue cambiar de tema: Nietzsche es la mejor madera de la prosa y el enemigo que más amo.



ME NOTO en una carrera por egoescribir lo máximo posible antes de caer derrotada por la idea, cada vez más presente en mí, de que la escritura confesional no es buena para la salud y los escritores antiguos sabían muy bien lo que hacían al mantener su pluma alejada del yo. 



DIFERENCIO ENTRE aforistas y fragmentistas: el aforista escribe un solo pensamiento-relámpago de cinco líneas como mucho, mientras que el fragmentista no dispara sino que desarrolla ideas que superan muchas veces las diez líneas y pueden sobrepasar el folio. La división es un poco arbitraria pero a mí me sirve porque existen aforistas tenidos por tales, como Nietzsche, Confucio, Leopardi, Adorno, Schopenhauer, La Bruyére o Marco Aurelio, que no me parecen muy buenos aforistas y en cambio son grandes fragmentistas, igual que existen otros que son grandes aforistas y fragmentistas a la vez, como Cioran, Canetti, Gracián, Séneca, Chamfort o Valéry, y en cambio otros que son especialistas en el aforismo entendido tal como yo lo entiendo, como una detonación que no se prolonga, como Publilio Siro, La Rochefoucauld, Porchia, Lec o Gómez Dávila.


LA OTRA división es el pegamento: hay aforistas o fragmentistas que pegan bien sus frases, que escriben hasta el más mínimo meteoro mirando a lo lejos, a la obra general, de forma que sus aforismos son muy coherentes con todo el libro, como Nietzsche, Confucio, La Rochefoucauld o Gómez Dávila. En cambio existen aforistas que lo fían todo a la brillantez del minuto, a la ocurrencia genial y matadora, pero cuyos aforismos se anulan los unos a los otros y no están al servicio de un plan general. Grandes semeocurristas me parecen Oscar Wilde, Woody Allen, Groucho Marx, Pitigrilli, Ranévskaya o Gómez de la Serna, y no me parece casual que pertenezcan al humorismo más que al pensamiento.

martes, 24 de octubre de 2023


SOLO LEER a escritores muertos. Las obras de los vivos están permeadas por la imitación y la epigonía, cuando no por la necedad y la mala letra, son obras que nacen muertas y más que muertas, mientras que vivas y más que vivas permanecen las de los muertos.


sábado, 21 de octubre de 2023


ADVERTENCIA A la aforista — Un aforismo a solas es el modelo palabrista más espartano o convecino del silencio, pero un libro de aforismos que no estén conectados los unos con los otros es el mayor modelo de charlatanería. Los aforismos funcionan tan bien en las redes sociales porque se leen tan solo unos pocos, como mucho una docena, antes de que empiece a estragar la debilidad de su pensamiento y su frivolidad y su facilismo.


CADA NUEVA poeta es una grieta en la familia, una objeción contra la sociedad, una zancadilla a la historia, una pregunta a la muchedumbre, una cuña metida en el hueso de la verdad.


miércoles, 18 de octubre de 2023


¿TE IMAGINAS un poema que con solo leerlo tus abuelos te desheredaran y tus padres te repudiaran y tus amigos te negaran el saludo? Ese poema existe y no debes cejar de buscarlo, porque los poemas de verdad buenos no se crean sino que se encuentran, están a la vista de quien desee fabricarse un buen par de ojos distintos, son poemas que piden a gritos la llegada de alguien con pasión por fundir lo que está duro y despegar lo que está unido.



QUÉ MAYOR demostración de que los poetas estamos constituidos al 99% de vanidad que no nos demos cuenta de lo malos que son nuestros poemas, y mira que a veces son malos de ganas, y en cambio tengamos un olfato finísimo para detectar hasta el menor fallo de los que hacen los otros, paradoja que me ha hecho decir muchas veces que los poemas malos son como los pedos: solo nos huelen mal los que se echan los demás.



NO ESCRIBIR en lírico sino en tremendo. Quien busca lo lírico se condena a la pamplina y lo cursilíneo: el 95% de la tradición española es un engendro porque los poetas encaran el folio en blanco con la idea de voy a escribir un poema como he visto que son los poemas. Lo lírico es un gatazo que solo se deja acariciar a condición de que no lo persigas con zalamerías ni palabras bonitas, es un milagro húmedo que solo aparece cuando tu osadía le lame el clítoris a la libertad. ¿Que sigue sin aparecer el lirismo en tu poema? No levantes la cabeza, tú sigue lamiendo.


viernes, 29 de septiembre de 2023


AL ESCRITOR el tiempo le vuela. No padece, no sufre, la jornada no se le hace pesada porque siempre necesita más tiempo. A mí doce horas no me cunden nada, tampoco catorce, ni siquiera dieciséis; para que el día me cundiera algo necesitaría una jornada de cincuenta horas o de cien o de mil.


miércoles, 6 de septiembre de 2023


EL LIBRO, ese artefacto aprisionado y recluido en sí mismo, sin espacio entre páginas para que corra el aire, es la mejor metáfora del escritor, que es puro interior y cogollo y olor a cuarto cerrado. Pero que se pueda comprender la existencia recluyéndote en los libros me parece tan difícil como que se pueda ver el océano mirando por el agujero de la cerradura.


viernes, 28 de julio de 2023


UNA RESENTIDA social nunca puede distanciarse de la narración; solo los budistas o los burgueses elementales pueden ser flaubertianos u objetivos; hay demasiadas cuentas pendientes y odio acumulado para que yo pueda privarme de interferir en el lector.


SOLO DEBERÍA publicar en papel uno de cada veinte poemas que escribo, porque mis poemas promedio siempre han sido una mierda; y creo que lo mismo les sucede a la mayoría de los poetas. Publicar solo aquellos donde soy tan superior a mí mismo que casi no me reconozco, y titularlos así: "Poemas donde Batania fue mejor que Batania".


jueves, 27 de julio de 2023


EN MUCHOS sembríos de la vida quizá sea recomendable andar por los caminos de las personas que acertaron; en la literatura son justo esos caminos los que no se deben transitar.