REGLA DEL aforista: el aforismo es tanto mejor cuanto más breve, pero debes tomar precauciones si escribes uno de muy pocas palabras, porque quizá lo haya escrito otra persona antes, tal es de grande la posibilidad de coincidir en frases muy cortas. Hace nueve días escribí la centella LA SALUD ESTÁ EN LOS LABIOS, de solo seis palabras, y al punto me di cuenta de que siendo tan corta, y siendo el tema tan manido, seguramente ya me la habrían pisado antes otros autores, por lo que de inmediato lo escribí entrecomillado en Google con el corazón al galope, pensando que igual sí, igual no..., y qué felicidad fue comprobar que yo era la única persona que había escrito esa frase en la red, con esas palabras exactas (si bien este sistema no es seguro al 100%, porque no todas las frases que se han escrito en el mundo figuran en la red, pero es un gran paso). Con ello no quiero decir que la brevedad lo sea todo o ni siquiera que la frase sea buena, ojo, porque en el calor reciente del momento hasta mis aforismos más deplorables me parecen buenos, pero aquí entra otra regla del aforista: hay que dejar que pasen dos o tres años para que ellos mismos te digan al oído si son realmente buenos o no.