lunes, 25 de agosto de 2025


MI MANERA cada vez m谩s habitual de escribir aforismos es tener a mano un simple diccionario, lo mismo general que de sin贸nimos, o a menudo me basta con la misma memoria, de la que escojo dos palabras lejanas entre s铆, como hac铆an Umbral o los vanguardistas, por ejemplo beso y caballo, y trato de unirlas de alguna manera, cuando me besas pones a galopar mis huesos, cada uno de tus besos mata mi jinete, con mi boca en la tuya esta cama se vuelve un hip贸dromo, etc. Es un sistema que produce centellas a montones, con el inconveniente de siempre en un g茅nero tan f谩cil pero a la vez tan esforzado como el aforismo, en el que se necesita lanzar la flecha miles de veces para que alguna vez suene la flauta.