martes, 23 de enero de 2024


LO IDEAL sería ser lo bastante flexible, como el junco, y lo bastante fanático, como el ciprés, para conseguir una madera que conservara todas las posibilidades sin diluirse en ellas. Nietzche es el mejor ejemplo porque lleva dentro de sí parte de Montaigne y parte de Pablo de Tarso, parece que robó el cuerno de la abundancia pero como todo obsesivo nunca consigue cambiar de tema: Nietzsche es la mejor madera de la prosa y el enemigo que más amo.