jueves, 8 de junio de 2023


LLEVO VARIOS días pensando en este aforismo de Karl Kraus: "Quien sea capaz de escribir aforismos no debiera desparramarse en artículos". No es que crea que sé escribirlos, pero supongo que de intentar tantos y de tanto leer a los más grandes del género habré adquirido algunas mañas o destrezas que podría emplear para embellecer o al menos aligerar mi obra política en prosa, que sigo viendo como un coñazo infame. Más de una vez me he jurado no volver a escribir nada político por el bien de mi proyecto literario, porque cada vez que incursiono en ese terreno mis-ganas-de-demostrar-que-tengo-razón arruinan la calidad de mis escritos, pero suelo romper mis juramentos enseguida porque lo político, en mí, no es algo secundario sino toda una necesidad física, aparte de la verdadera raíz de que me viniera a Madrid y me pusiera a escribir. Pero si consiguiera, como aconseja Karl Kraus, reciclar todo mi material político (tampoco es tanto, me repito más que el hámster en la rueda) en cien o doscientos aforismos de cierto nivel, mi obra mejoraría mucho y mi parte política también quedaría salvada, porque ganaría en veneno, ritmo, lirismo y exactitud, que son las características esenciales del buen aforismo y de la buena literatura.