jueves, 8 de junio de 2023


AL PRINCIPIO fue una borrachera: cada voz nueva que descubría mi cabeza o cada pelea entre mis distintas voces me hacían sentir más complejo y menos rebaño. Pero pronto me di cuenta de que se trataba de un mecanismo: de que el cerebro es un simple instrumento teatral para hacerte pensar que piensas. Ya decía Nietzsche que eran las leyes de la gramática las que hacían que todo pensar hindú, griego o alemán acabara llegando a parecidas conclusiones. Quizá pensar sea eso: huir de los centros, jugar contra el cerebro, descarrilar el lenguaje…