NO IMPORTA que el poeta se repita, porque al poema lo salva la carrocería: el propio Lope gustaba de hacer series de tres poemas sobre el mismo asunto y siempre lograba que uno del trío destacara sobre los otros. Yo tengo poemas muy malos con motor muy bueno que siguen esperando a que me visite el milagro físico (ese momento en que tu cuerpo está poroso, intenso, muy concentrado, al que llamamos inspiración) para encontrar su carrocería adecuada, que es todo el poema.