LA OTRA divisi贸n es el pegamento: hay aforistas o fragmentistas que pegan bien sus frases, que escriben hasta el m谩s m铆nimo meteoro mirando a lo lejos, a la obra general, de forma que sus aforismos son muy coherentes con todo el libro, como Nietzsche, Confucio, La Rochefoucauld o G贸mez D谩vila. En cambio existen aforistas que lo f铆an todo a la brillantez del minuto, a la ocurrencia genial y matadora, pero cuyos aforismos se anulan los unos a los otros y no est谩n al servicio de un plan general. Grandes semeocurristas me parecen Oscar Wilde, Woody Allen, Groucho Marx, Pitigrilli, Ran茅vskaya o G贸mez de la Serna, y no me parece casual que pertenezcan al humorismo m谩s que al pensamiento.